'¡Te esperamos en Río de Janeiro!': Los voluntarios saludaron al Papa antes de su regreso al Vaticano
El encuentro con los voluntarios fue el último encuentro del Papa Ratzinger en la Jornada Mundial de la Juventud
Ciudad del Vaticano (Domingo, 21-08-2011, Gaudium Press) "Amar es servir, y el servicio aumenta el amor. Pienso que éste es uno de los frutos más bellos de vuestra contribución para la Jornada Mundial de la Juventud". Con estas palabras Benedicto XVI mostró su aprecio y agradecimiento a los 22.500 voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud, en la nueva IFEMA - Feria de Madrid. Una joven voluntaria brasileña expresó en nombre de todos los brasileños la bienvenida al Papa de aquí a dos años. "¡Querido Santo Padre, es con mucha alegría que los brasileños te esperan para la Jornada Mundial de la Juventud 2013 en Brasil! ¡Te esperamos!
Antes de las palabras de agradecimiento del Pontífice, los jóvenes voluntarios también le habían agradecido a él: "Santo Padre, gracias por confiar en nosotros, los jóvenes. Tenemos ganas de trabajar y aprender y la Iglesia nos regala esta oportunidad. Santidad, su testimonio de entrega, manifestado en este viaje apostólico a Madrid, ha sido un ejemplo para toda la juventud" - dijo Javier Reyes, un voluntario español de 25 años.
La voluntaria brasileña de Río de Janeiro, Giselle Azevedo, de 28 años, también saludó al Papa: "Participé en la Jornada [Mundial de la Juventud] de Colonia y me impresionó ver la valentía de aquella multitud de jóvenes al expresar su fe. El silencio y el entusiasmo con que escuchaban sus palabras. Esta Jornada me confirmó que "la Iglesia está viva y es joven", que la Iglesia era mi lugar y que para ella quería vivir, dando lo mejor: mi juventud, mis dones, mi tiempo... mi vida. Por eso, soy misionera y me he comprometido a llevar a Dios donde haga falta, a evangelizar con valentía, a dar testimonio con mi vida de que 'Cristo no quita nada, lo da todo' ".
"Sé que todos los voluntarios internacionales -continuó- comparten conmigo esta experiencia del encuentro con Dios y con la Iglesia y por eso han dejado sus países, han dado su tiempo, lo mejor de ellos para servirla y poder ayudar a que jóvenes de todo el mundo tengan la experiencia más increíble de la vida: el encuentro personal con Cristo. Hemos recibido mucho más de lo que lo hemos dado. Hemos podido maravillarnos con el misterio de la universalidad de la Iglesia. Jóvenes de todo el mundo unidos por una única persona: Jesucristo".
"Santo Padre, muchas gracias por haber escogido Brasil para la celebración de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Nosotros, jóvenes brasileños, estamos muy felices por acoger a todos los jóvenes en nuestro país. La alegría y la religiosidad propias de nuestro pueblo serán fortalecidas y animadas por esta gran fiesta de fe. Desde ya, cuente con nuestras oraciones, lo colocamos bajo la protección amorosa de Nuestra Señora Aparecida, Patrona del Brasil".
La gratitud y la conmoción eran sentidas también por el Papa que agradeció como "un deber de justicia y una necesidad del corazón" a todos los voluntarios por la propia contribución a la JMJ en Madrid. "Tengo la seguridad de que esta experiencia como voluntario los enriqueció a todos en vuestra vida cristiana, que es fundamentalmente un servicio de amor. El Señor transformará vuestra fatiga acumulada, las preocupaciones y la presión de muchos momentos, en frutos de virtudes cristianas: paciencia, mansedumbre, alegría de darse a los otros, disponibilidad para cumplir la voluntad de Dios", dijo el Papa dejando un último mensaje de responder con amor al amor.
| Jóvenes brasileños levantan la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, tras conocer que Río de Janeiro será la próxima sede del evento |
La voluntaria brasileña de Río de Janeiro, Giselle Azevedo, de 28 años, también saludó al Papa: "Participé en la Jornada [Mundial de la Juventud] de Colonia y me impresionó ver la valentía de aquella multitud de jóvenes al expresar su fe. El silencio y el entusiasmo con que escuchaban sus palabras. Esta Jornada me confirmó que "la Iglesia está viva y es joven", que la Iglesia era mi lugar y que para ella quería vivir, dando lo mejor: mi juventud, mis dones, mi tiempo... mi vida. Por eso, soy misionera y me he comprometido a llevar a Dios donde haga falta, a evangelizar con valentía, a dar testimonio con mi vida de que 'Cristo no quita nada, lo da todo' ".
"Sé que todos los voluntarios internacionales -continuó- comparten conmigo esta experiencia del encuentro con Dios y con la Iglesia y por eso han dejado sus países, han dado su tiempo, lo mejor de ellos para servirla y poder ayudar a que jóvenes de todo el mundo tengan la experiencia más increíble de la vida: el encuentro personal con Cristo. Hemos recibido mucho más de lo que lo hemos dado. Hemos podido maravillarnos con el misterio de la universalidad de la Iglesia. Jóvenes de todo el mundo unidos por una única persona: Jesucristo".
"Santo Padre, muchas gracias por haber escogido Brasil para la celebración de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Nosotros, jóvenes brasileños, estamos muy felices por acoger a todos los jóvenes en nuestro país. La alegría y la religiosidad propias de nuestro pueblo serán fortalecidas y animadas por esta gran fiesta de fe. Desde ya, cuente con nuestras oraciones, lo colocamos bajo la protección amorosa de Nuestra Señora Aparecida, Patrona del Brasil".
La gratitud y la conmoción eran sentidas también por el Papa que agradeció como "un deber de justicia y una necesidad del corazón" a todos los voluntarios por la propia contribución a la JMJ en Madrid. "Tengo la seguridad de que esta experiencia como voluntario los enriqueció a todos en vuestra vida cristiana, que es fundamentalmente un servicio de amor. El Señor transformará vuestra fatiga acumulada, las preocupaciones y la presión de muchos momentos, en frutos de virtudes cristianas: paciencia, mansedumbre, alegría de darse a los otros, disponibilidad para cumplir la voluntad de Dios", dijo el Papa dejando un último mensaje de responder con amor al amor.
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