Nueva Casa de la Sociedad de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli, de los Heraldos del Evangelio, en Madrid

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La Sociedad "Virgo Flos Carmeli" tuvo la aprobac ión pontificia el 21 de abril de este año y su casa en Madrid está situada en territorio de la Parroquia Bautismo del Señor.

El miércoles 14 de octubre, el Vicario Episcopal de la Vicaría VIII de Madrid, D. Francisco Javier Cuevas Ibañez presidió la Eucaristía con la que fue inaugurada la Casa de la Sociedad de Vida Apostólica "Virgo Flos Carmeli" surgida en el seno de los Heraldos del Evangelio. El Vicario concelebró con el párroco del lugar D. Mario Fernández Torres y con D. Pedro Paulo de Figueiredo, E.P. presidente de los Heraldos del Evangelio en España y D. Rafael Ibarguren, E.P., vice-Conciliario de la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia.

La Sociedad "Virgo Flos Carmeli" tuvo la aprobación pontificia el 21 de abril de este año y su casa en Madrid está situada en territorio de la Parroquia Bautismo del Señor.

Don Javier Cuevas en su homilía señaló que: "Para la Vicaría, para la Iglesia de Madrid es un motivo de alegría y de Acción de Gracias. Es pues un motivo de alegría y también de responsabilidad. Debemos pedir al Señor que esta Casa nos ayude a ser coherentes con el llamado recibido, para que aquello que decimos lo vivamos, y que así nuestra vida esté unida a los planes de Dios. La Eucaristía, el Sagrario, son el mejor camino para estar unidos a Nuestro Señor Jesucristo. Tenéis hoy un motivo de alegría y también un motivo de responsabilidad. Acudimos al lugar de oración para que el Señor nos cambie el corazón. Para que se ablanden nuestros corazones vamos al sitio de la oración.

Yo quiero agradecer a los Heraldos del Evangelio el ampliar su presencia en esta Vicaría VIII de Madrid, y aportar esta riqueza de que el Señor esté en este lugar. Que los que aquí vengan para poner ante el Señor en el Sagrario sus anhelos y sus alegrías, y también sus penas y dolores, encuentren en Jesús su verdadero tesoro. Y que salgan consolados, queriendo ser fieles a la vocación que les dio Dios.

Es esta además una Casa de consagrados, un taller, un lugar de aprendizaje para una vida de fidelidad al Señor.

Justamente en estos días la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud peregrina por las parroquias de nuestra Vicaría, junto al Icono de la Virgen con esa mirada tan bella. María, que recogió las últimas palabras de Jesús en la Cruz, sea para todos vosotros la esperanza y el consuelo".

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