Ataque a convento franciscano en Italia deja fraile en coma
Los pobladores de la provincia italiana de Turín no salen de su asombro luego que desconocidos atacaran a cuatro franciscanos –tres de ellos ancianos– dentro de un convento, dejando a uno de los religiosos en estado de coma.
Los asaltantes irrumpieron en el convento de San Colombano Belonte con la intención aparente de robar. Sin embargo, propinaron una brutal golpiza a los frailes que se encontraban cenando.
Según informó la prensa local, los agresores amordazaron a los frailes y los golpearon. Más de una hora después del ataque, uno de los ancianos frailes logró liberarse y pudo pedir ayuda.
El más joven de los frailes, identificado como Fray Sergio Baldin de 49 años de edad, recibió un fuerte golpe en la cabeza y se atragantó con la comida, lo que bloqueó las vías respiratorias. Fue internado en un hospital de Turín en estado de coma.
Las demás víctimas identificadas como Padre Salvatore Magliano, 86, el Padre Emanuele Battagliotti, 81, y el Padre Martino Gurini, 76 sufrieron lesiones menos graves, pero seguirán en el hospital.
Desde su cama de hospital, el Padre Battagliotti relató que estaba a punto de comer "un plato de espinacas" cuando escucharon ruidos fuera. "Me levanté para echar un vistazo, pero en cuanto llegué a la puerta fui atacado de repente, inmediatamente. Me sorprendieron con un golpe en la cabeza que me hizo caer", recordó.
"El Padre Sergio (Baldin) vino a ayudarme. Él se puso delante de mí para intentar defenderme, pero fue derribado sin piedad. Lo golpearon hasta que dejó de gritar. Luego golpearon al Padre Salvatore y al Padre Martin sin razón. Fue terrible", explicó el sacerdote.
El Arzobispo de Turín, Cardenal Severino Poletto, visitó a las víctimas en el hospital y consideró que este ataque va "más allá del entendimiento". La única explicación posible es que los asaltantes estuvieron "muy drogados o poseídos, o ambas cosas", señaló.
Algunos medios de comunicación italianos compararon el ataque a escenas de
Padre Gabriele Trivellin, provincial de los franciscanos, consideró que el asalto ha sido un episodio "salvaje de violencia gratuita". Los encapuchados golpearon a los monjes a pesar de que éstos no ofrecieron resistencia.
Según la prensa, el convento es un modesto edificio cuyo único tesoro eran unas coronas de oro robadas hace dos años y sustituidas por otras que guardan protegidas por cristales blindados.
Comentarios