Cuerpo de San Pío, expuesto a los fieles



El cadáver de San Pío de Pietralcina, más conocido como Padre Pío, y uno de los santos más venerados de Italia, fue expuesto hoy 40 años después de su muerte en el santuario de Santa María de la Gracia, en la sureña de San Giovanni Rotondo, donde pasó gran parte de su vida.

Con una ceremonia a la que asistieron cerca de 10.000 personas, los restos mortales de Padre Pío fueron colocados en una urna de cristal en la cripta del santuario, para cuya visita han hecho ya reservas 750.000 personas que acudirán durante los seis meses en que estarán expuestos.

El cardenal portugués José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación de la Causa de todos los Santos, ofició la misa de la exposición de 'Padre Pío', al que se dirigió como 'el Santo de la gente'.

El fraile capuchino, conocido porque mostraba estigmas en las manos y porque se aseguraba tenía el don de la bilocación, poder estar en dos sitios a la vez, es uno de los santos más venerados en Italia, y muchos católicos llevan su imagen en la cartera, la guardan en sus despachos o la exhiben en el coche.

El arzobispo de San Giovanni Rotondo, Domenico D'Ambrosio, pidió hoy que el papa Benedicto XVI visite el santuario donde ha quedado expuesto el cadáver de Padre Pío, pero el Vaticano ha dicho que no está prevista por el momento una visita papal.

La veneración de este santo ha despertado el interés de los medios de comunicación de todo el mundo, y un centenar de periodistas, entre ellos los de la televisión qatarí 'Al Jazeera', siguieron hoy la ceremonia, retransmitida en directo por el canal estatal RAI.

Tras la misa, la fila de fieles comenzó un lento peregrinaje a la cripta para poder detenerse algunos segundos ante los restos de San Pío de Pietrelcina, cuyo rostro permanece cubierto por una máscara, realizada por expertos del museo de cera londinense Madame Tussaud.

El cuerpo del santo fue exhumado el pasado 2 de marzo y desde entonces ha estado sometido a tratamientos especiales para permitir su exposición a los fieles.

El sayo con el que ha sido vestido fue confeccionado por las monjas clarisas de clausura de San Giovanni Rotondo, aunque los guantes son los mismos que llevaba el Padre Pío y usaba para cubrir los estigmas en las palmas de las manos, unas llagas similares a las de la crucifixión Cristo.

El capuchino Padre Pío nació en Pietrelcina, una aldea en la sureña Benevento, el 25 de mayo de 1887 y el Papa Juan Pablo II le proclamó Santo el 16 de junio de 2002.

Según sus seguidores, durante su adolescencia tuvo visiones y al cumplir 31 años aparecieron en su cuerpo varios estigmas, que desaparecieron sin dejar huella poco antes de su muerte, el 23 de septiembre de 1968, lo que ha provocado informes y libros que dudan de su veracidad.

Entre estos, destaca la prueba pericial médica realizada en 1920 por el religioso Agostino Gemelli, medico, psicólogo y asesor del Santo Oficio, que tras visitar a Padre Pío le calificó de 'sujeto enfermo' y 'místico de clínica psiquiátrica'.

También están las declaraciones de un farmacéutico que aseguró que en 1919 el Padre Pío adquiría ácido fénico, una sustancia fuertemente irritante, con la que se provocaba las heridas de los estigmas.

Pese a todo, la veneración de Padre Pío en Italia sigue creciendo, y el pequeño pueblo de San Giovanni Rotondo ha pasado de tener 21 hoteles en el año 2000 a los 120 actuales, con una capacidad para 9.000 personas.

La exposición de los restos mortales de Padre Pío harán crecer, de nuevo las peregrinaciones a esta localidad, donde se ha desarrollado un prolífico negocio de venta de recuerdos de todo tipo con la imagen del santo.

En 2004, se inauguró además un gigantesco templo dedicado al Padre Pío, diseñado por el arquitecto Renzo Piano, capaz de albergar a 7.000 fieles en su interior y 30.000 en la plaza exterior y que costó 35 millones de euros.

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