El Papa hace un apelo en el "Urbi et Orbi" para que se restablezca la paz en Oriente Medio y a los líderes políticos, para que se respete la libertad religiosa
En el Mensaje Navideño, el Santo Padre hizo votos por el restablecimiento de la paz en Oriente Medio y alentó a los cristianos en Irak y en China. También manifestó la solidaridad con Haití, Colombia y Venezuela, afectados por calamidades naturales
Ciudad del Vaticano (Martes, 28-12-2010, Gaudium Press) En el "Emmanuel" se revela "Dios con nosotros". En el Mensaje Navideño, el Santo Padre hizo nuevamente votos por el restablecimiento de la paz en Oriente Medio y alentó a los cristianos en Irak y en China. También manifestó la solidaridad con Haití, que sufre con la epidemia del cólera, y con Colombia y Venezuela, países afectados recientemente por calamidades naturales.
Dios no está "lejos", está "cerca" y está con nosotros, no cambia nunca. La encarnación es un misterio de amor, un acontecimiento que supera la historia. Fue lo que dijo el Papa en su mensaje antes de la tradicional bendición "Urbi et Orbi".
Benedicto XVI recordó que el Mensaje de Navidad no es una "fórmula matemática"; el Amor que invita "al sí de nuestro corazón" es un constante mensaje de justicia y paz. Creer en Dios es "motivo de esperanza para todos aquellos cuya dignidad es ofendida y violada".
En respuesta al reciente ataque a los católicos en Bagdad y a las tensiones en Irak, el Pontífice deseó consolación para los cristianos en Oriente Medio. A los responsables de las naciones, el Papa hizo un apelo a "una efectiva solidaridad". Hizo también una invitación a un "auténtico progreso para las poblaciones de Somalia, Darfur y Costa de Marfil, y para que se promueva la estabilidad política y social en Madagascar".
Para China, el Pontífice deseó el refuerzo del espíritu de fe, de paciencia y coraje en los fieles, y a los líderes políticos pidió el respeto por la libertad religiosa; tema sensible para el Vaticano después de las ordenaciones episcopales ilícitas y de la asamblea de la conferencia episcopal del país.
El Santo Padre realizó la tradicional bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón de la fachada de la Basílica Vaticana, pronunciando los votos a los fieles en 65 lenguas. En portugués, el Papa deseó: "¡Feliz Navidad para todos! ¡El nacimiento del Niño Jesús ilumine de alegría y paz vuestros hogares y naciones!"
La seguridad en el Vaticano y Roma fue reforzada después de los dos casos de bombas en las Embajadas de Suiza y Chile en la capital. El sábado, en la Misa del Gallo, los guardias suizos y los gendarmes vaticanos estaban en mayor número con relación al año pasado después del caso de la caída del Pontífice causada por una mujer suiza mentalmente enferma, Susanna Maiolo.
En la celebración "Urbi et Orbi" en el atrio de la Basílica vaticana había piquetes de la Guardia Suiza Pontificia, comandados por el nuevo vice-comandante Christoph Graf, y de los Carabinieri y otros cuerpos militares italianos.
Dios no está "lejos", está "cerca" y está con nosotros, no cambia nunca. La encarnación es un misterio de amor, un acontecimiento que supera la historia. Fue lo que dijo el Papa en su mensaje antes de la tradicional bendición "Urbi et Orbi".
Benedicto XVI recordó que el Mensaje de Navidad no es una "fórmula matemática"; el Amor que invita "al sí de nuestro corazón" es un constante mensaje de justicia y paz. Creer en Dios es "motivo de esperanza para todos aquellos cuya dignidad es ofendida y violada".
En respuesta al reciente ataque a los católicos en Bagdad y a las tensiones en Irak, el Pontífice deseó consolación para los cristianos en Oriente Medio. A los responsables de las naciones, el Papa hizo un apelo a "una efectiva solidaridad". Hizo también una invitación a un "auténtico progreso para las poblaciones de Somalia, Darfur y Costa de Marfil, y para que se promueva la estabilidad política y social en Madagascar".
Para China, el Pontífice deseó el refuerzo del espíritu de fe, de paciencia y coraje en los fieles, y a los líderes políticos pidió el respeto por la libertad religiosa; tema sensible para el Vaticano después de las ordenaciones episcopales ilícitas y de la asamblea de la conferencia episcopal del país.
El Santo Padre realizó la tradicional bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón de la fachada de la Basílica Vaticana, pronunciando los votos a los fieles en 65 lenguas. En portugués, el Papa deseó: "¡Feliz Navidad para todos! ¡El nacimiento del Niño Jesús ilumine de alegría y paz vuestros hogares y naciones!"
La seguridad en el Vaticano y Roma fue reforzada después de los dos casos de bombas en las Embajadas de Suiza y Chile en la capital. El sábado, en la Misa del Gallo, los guardias suizos y los gendarmes vaticanos estaban en mayor número con relación al año pasado después del caso de la caída del Pontífice causada por una mujer suiza mentalmente enferma, Susanna Maiolo.
En la celebración "Urbi et Orbi" en el atrio de la Basílica vaticana había piquetes de la Guardia Suiza Pontificia, comandados por el nuevo vice-comandante Christoph Graf, y de los Carabinieri y otros cuerpos militares italianos.
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