"Por el bien de la Iglesia"

Redacción (Miércoles, 27-02-2013, Gaudium Press) Sin duda, el gobierno de Benedicto XVI se ha caracterizado, desde el punto de vista humano, por una actitud discreta y sin pretensiones muy bien expresada en las palabras iniciales de su pontificado: "Los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones". Estos casi ocho años de papado estuvieron marcados también por el temperamento reflexivo, lógico y coherente de Joseph Ratzinger, siempre propicio a un análisis sereno y profundo de los acontecimientos, sin huir de los problemas más complejos de la realidad contemporánea. Este modo de ser se alió, desde su tiempo de profesor en la Universidad de Tubinga, con una admirable ciencia teológica y una cultura humanística que lo llevaron a ser considerado como uno de los principal...