Influencia del Papa va más allá de los límites de la Iglesia, dice Obama

Ciudad del Vaticano (Viernes, 03-07-2009, Gaudium Press) La ciudad italiana de Aquila, una de las más abaladas por el fuerte terremoto de abril - y que todavía viene sintiendo temblores de tierra, el último detectado al comienzo de la tarde de hoy en Italia - aguarda al nuevo meeting del G8 (grupo de los siete países más industrializados del mundo más Rusia), que acontece la semana que viene. El Vaticano, espera también por la visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, confirmada para acontecer el día 10 de julio, a las 16h30. Hoy, diversos diarios italianos publicaron una entrevista del presidente con una reportera italiana, días antes de su viaje para Italia.

En la entrevista, Obama dijo que el empeño del G8 no es sólo por estabilizar sus propias economías, y citó el ejemplo de su país, que "dobló envío de ayuda a los países pobres". El presidente americano reveló que Benedicto XVI le llamó después de su elección y que ambos conversaron sobre cuestiones políticas. Sobre el pontífice, dijo: "Comprendo bien la influencia que el Papa tiene, que va más allá de los límites de la Iglesia Católica. El Papa goza de mi máximo respeto personal, como figura que reúne una gran cultura y una gran personalidad. La obra que viene desenvolviendo por el diálogo entre las religiones es notable", dijo Obama.

Sobre críticas que eventualmente recibe del episcopado americano por causa de divergencias en cuestiones de políticas sociales, de derechos humanos, afirmó: "No habrá jamás un momento en el cual decidiré ignorar las críticas de los obispos católicos, porque soy el presidente de todos los americanos, y no sólo de aquellos que, por acaso, están de acuerdo conmigo. Defenderé siempre, con fuerza, el derecho de los obispos de criticarme, aunque lo hagan con tonos más pasionales. Y me sentiría feliz en recibirlos aquí en la Casa Blanca para tratar de temas que nos unen y también de aquellos que nos dividen, en una serie de mesas redondas".

En el breve encuentro de Barack Obama y el Papa deberán ser abordadas cuestiones sobre la paz, particularmente en Tierra Santa, sobre la crisis económica mundial y cuestiones fundamentales para los católicos, como el aborto.