El Papa muestra su preocupación por la situación que atraviesa Bolivia
Ante "las difíciles circunstancias" que afectan al país "y que en estos momentos parecen agudizarse aún más", el Papa pidió a los obispos que acompañen "muy de cerca a todos los bolivianos", para "mantener la esperanza, avivar la fe, fomentar la unidad, exhortar a la reconciliación y salvaguardar la paz".
Aludió también a los "signos de debilitamiento de la vida cristiana por factores de origen diverso, una extendida incoherencia entre la fe profesada y las pautas de vida personal y social, o una formación superficial que deja expuestos a los bautizados al influjo de promesas deslumbrantes pero vacías".
Ante esta situación, el obispo de Roma alentó a los prelados a promover "la devoción popular, ese precioso tesoro acumulado durante siglos gracias a la labor de misioneros audaces y mantenido con entrañable fidelidad por generaciones en las familias bolivianas".
Estas devociones son, añadió, "un don que ha de ser ciertamente custodiado y promovido hoy, como sé que se está haciendo con esmero y dedicación, pero que requiere un esfuerzo constante para que el valor de los signos penetre en lo hondo del corazón, esté siempre iluminado por la Palabra de Dios y se transforme en convicciones firmes de fe".
Educación
El Papa insistió ante los prelados sobre la importancia de la formación, de la enseñanza y de la catequesis. Se trata, explicó, de dar una formación que "comprenda la dimensión espiritual y religiosa de la persona", especialmente garantizando el derecho de los cristianos a recibir una educación conforme a sus convicciones.
"La Iglesia en Bolivia tiene numerosas instituciones educativas, algunas de gran prestigio, que han de seguir contando con la atención de sus Pastores para que mantengan y sean respetadas en su propia identidad".
También aludió a la necesidad de "una catequesis sistemática, generalizada y penetrante, que enseñe clara e íntegramente la fe católica", y advirtió que "una enseñanza parcial o incompleta del mensaje evangélico no se corresponde con la misión propia de la Iglesia ni puede ser fecunda".
Otra cuestión que abordó fue la formación de los sacerdotes antes y después de su ordenación, especialmente necesaria en el momento actual, "proclive a la dispersión en las informaciones y a la disipación de la interioridad profunda, donde el ser humano tiene una ley escrita por Dios".
Descubrir la Palabra
El Papa encomendó especialmente a los obispos que promuevan entre los fieles el conocimiento de la Escritura: "que la proclamación fiel, la escucha y la meditación de la Escritura esté siempre en primer plano, pues en ello encuentra el Pueblo de Dios su razón de ser, su vocación y su identidad".
"De la escucha dócil de la Palabra divina nace el amor al prójimo y, con él, el servicio desinteresado a los hermanos (cf. ibíd.), un aspecto que ocupa un puesto muy relevante en la acción pastoral en Bolivia, ante la situación de pobreza, marginación o desamparo de buena parte de la población", añadió.
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