Benedicto XVI en Lourdes
Su visita apostólica se inserta en las celebraciones del 150 aniversario de las apariciones marianas en este lugar. Esta efeméride está lucrada con indulgencia plenaria y es Año Jubilar. Si cada año acuden hasta Lourdes seis millones de fieles, en 2008 esta cifra podría superar los ocho millones.
Peregrino entre peregrinos-como el mismo dijo en su mensaje a los obispos franceses a finales de esta primavera para anunciar este viaje apostólico- , el Santo Padre recorre en la tarde de hoy, entre las 18.30h y las 19.30h., el Camino Jubilar, para postrarse ante la milagrosa gruta de las apariciones en torno de las 19.15h. de la tarde, como un peregrino más.
Los días 14 y 15 de septiembre, fiestas de la Santa Cruz y de la Virgen de los Dolores
Tras su plegaria en el Masabille, a las orillas del río Gave, y a la espalda del macizo de los Pirineos occidentales, Benedicto XVI participa, a partir de las 21.30 h. en la popular y multitudinaria profesión mariana de las antorchas, en la plaza del Rosario del complejo del santuario. Como hizo en dos ocasiones su antecesor Juan Pablo II, el Papa de la palabra, eleva una oración en la conclusión de la profesión.
Cuatro actos públicos están previstos para el domingo. Es el día 14 de septiembre, festividad litúrgica de la exaltación de la Santa Cruz. Lourdes es lugar de exaltación de la Cruz del Señor y de las cruces nuestras de cada día. La advocación mariana de Lourdes es también la advocación e invocación de los enfermos y necesitados, de quienes llevan cada día su cruz y de quienes les ayudan a llevarla.
El primero de los actos del Papa en este lugar y en esta fecha es una eucaristía matinal, a las 10h., seguida del rezo y alocución dominical del Ángelus. Por la tarde, tras almolzar con los obispos franceses, se vuelve a encontrar con ellos a las 17.15h., para dirigirles un esperado discurso, en el que, sin duda, llamará a la iglesia francesa a vivir en la misión. Acabado este encuentro con el episcopado francés, a las 18.30h., el Santo Padre se sumará a la conclusión de la profesión eucarística que todos los domingos se desarrolla en el prado de Lourdes. Allí volverá a tomar la palabra.
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